cómo ser un buen agente inmobiliario

Cómo ser un buen Agente Inmobiliario ▷Mira cómo conseguirlo

Si no sabes cómo ser un buen agente inmobiliario déjame que te diga que para ello debes entender y aplicar el Factor de Alto Rendimiento, ¿no sabes lo qué es?. Déjame que te lo cuente.

¿Cómo ser un buen Agente Inmobiliario?

El primer secreto para ser un buen agente inmobiliario es entender y aplicar el factor de Alto rendimiento.

El Factor de Alto Rendimiento

Este concepto viene del mundo del deporte, de la mano del entrenador, y tiene mucho que ver con el Coaching y la mentalidad que hacía triunfar a los deportistas y llegaron a la conclusión que son los mismos valores que tienen las personas que consiguen el éxito y riqueza.

La perseverancia, el trabajo en equipo, tener sueños, la pasión, la ilusión, el compromiso, la coherencia, humildad, esfuerzo, ambición, porque son valores alineados con las leyes universales del éxito.

¿Por qué funciona el Factor de Alto Rendimiento?

Se descubrió que los deportistas de alto rendimiento que se enfrentaban a grandes retos tenían dos adversarios.

Uno es el oponente externo, es el que está del otro lado de la pista de tenis, del estadio, del ring, de la mesa de Ping-pong, del escritorio, de la sala conferencias, al otro lado del teléfono, o simplemente, ese cliente que tienes que visitar al cual le quieres vender.

Y el otro, es el oponente interno: las limitaciones del atleta o la persona, su estado de ánimo, la voz interna que le sabotea y juzga, su autoimagen, sus miedos, sus creencias, etc.

Sea cual sea tu contexto, para ganar el juego externo, primero tienes que ganar el interno.

El desafío está, en que, muy a menudo el oponente interno es el más duro de los dos oponentes, porque la tendencia natural humana, es pesimista y vaga.

 «La única voz que te puede parar es tu vocecita interna»


El Factor de Alto Rendimiento en el mundo empresarial

Desde el mundo empresarial se dieron cuenta que las personas ejecutivas o relacionadas con el mundo de la venta que aplicaban los principios los deportistas de élite en sus puestos de trabajo, se empoderan y tenían una mentalidad ganadora, esto les ayudaba a conseguir un constructo de pensamientos y creencias adecuadas y alineadas con sus valores y ambiciones, esa persona era invencible, capaz de llevar su cuerpo físico y mental al límite para alcanzar sus metas.

Porque si el deportista tenía fortaleza mental, herramientas para afrontar el desánimo, objetivos claros  y un deseo ardiente, confiaba mucho en sí mismo, no lo paraba nadie y ganaba todas las competiciones. Para ello se tenía que hacer responsable de su vida, de sus resultados y darse cuenta que está en su mano conseguir nuevos retos.

Ejemplo

Un ejemplo de ello es Roger Bannister fue el primer hombre en correr una milla (1.600 metros) en menos de 4 minutos. Comenzó a practicar atletismo a sus 17 años, y aunque fue preseleccionado para los Juegos de Londres 1948, declinó ser olímpico porque no se sentía preparado. Dos años más tarde, se entrenó a fondo y en 1950 logró una medalla de bronce en los 800 metros de los Campeonatos de Europa disputados en Bruselas.

El día que se propuso el reto de la milla en menos de 4 minutos, tenía a todo el mundo en contra, nadie lo creía hasta que lo hizo en 1954, la humanidad se pensaba que era algo imposible de lograr.

Creían que el cuerpo humano no estaba preparado para ir tan rápido, existía la creencia limitadora de que era imposible correr una milla en menos de 4 minutos.

Algunos médicos y científicos opinaban que era físicamente imposible y peligroso.

Bannister tuvo que hacer algo diferente. Tenía que encontrar ese factor que le permitiera alcanzar lo que nadie antes había podido, y estaba dispuesto a descubrirlo.

¿Cómo descubrió Bannister ese factor?

Dio con la clave, su preparación mental, se dispuso a visualizar su objetivo no sólo mediante una preparación física rigurosa, sino sobre todo a través del constante ensayo en su cerebro, rompiendo mentalmente la barrera de los 4 minutos.

Entrenaba en la pista, pero más aún en su mente, haciéndolo con tal intensidad emocional, que conseguía crear una química en su cuerpo capaz de convertir en una orden incuestionable la obtención del resultado que su sistema nervioso debía alcanzar.

Bannister terminó la carrera en 3:59,40. Hizo algo que muchos creían imposible. Hizo historia, porque él creía en la filosofía de alto rendimiento. Él lo dijo claro, “El último tramo es mental, estoy seguro de ello, se puede llegar.”

Lo más grande de esta conquista, es el legado que Bannister dejó para la humanidad. Nadie había sido capaz de recorrer la milla en 4 minutos en toda la historia de la humanidad y sin embargo, sólo 46 días después de la carrera, el australiano Landy batió su record.

Un año después de que Bannister rompiera el récord, llegaron a conseguir otros 37 corredores.

Su experiencia les proporcionó referencias lo bastante fuertes como para creer que ellos también podían alcanzar «lo imposible pasó a ser posible». Al segundo año, lo consiguieron 300 corredores más.

Cuando Bannister demostró que correr una milla en menos de 4 minutos era realizable, de repente todos pudieron hacerlo.

«Una vez que dejas de creer que algo es imposible, es posible»

Conclusión

Cuando te haces responsable de tus resultados, es cuando puedes cambiarlos.

La palabra mágica es RETO.

Muchas personas nunca llegarán a alcanzar su máximo potencial, simplemente porque no se lo proponen, o porque no se hacen responsables de sus resultados, de su vida y no se ponen retos.

¿Y tú? ¿Estás dispuesto a conseguir algún reto imposible?

Espero que sí, en el libro están las claves de los deportistas de élite para convertirte en un agente inmobiliario de alto rendimiento.

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